Ya cuando irrumpió en la Juventus de Turín de joven estaba llamado a hacer grandes cosas, pero siempre le faltó algo para cumplir con los pronósticos. Sebastian Giovinco no lo tuvo fácil y tuvo que emigrar, primero al Empoli y después al Parma para hacerse un nombre en Italia antes de regresar en 2012 a la vecchia signora.
Lo hizo con 17 goles bajo el brazo y a una escuadra que comenzaba un ciclo triunfal. Estuvo tres temporadas, hasta el pasado verano, pero su protagonismo se redujo considerablemente (42 partidos, 11 goles el primer curso; 30, 3 el segundo; y 11, 2 la campaña pasada). Así que a sus 28 años se propuso cambiar radicalmente de aires y de vida.
Contaba con pretendientes de renombre en Europa pero él se decantó por la MLS y un equipo, el Toronto FC, que tampoco era el de mayor lustre del campeonato norteamericano. Pero su determinación y su juego han hecho el resto, pues hace unos días fue nombrado mejor futbolista de una competición a la que se incorporó con la temporada comenzada.
Viene de anotar 22 goles en 34 encuentros con el equipo afincado en la ciudad del lago Ontario, una cifra que lo dice todo. En un campeonato considerado como un cementerio de elefantes, y donde por ejemplo esta campaña David Villa, Frank Lampard o Steven Gerrard no han podido brillar, la "Hormiga Atómica" ha dejado su sello e incluso le ha validopara ser vinculado con el FC Barcelona.
Publicar un comentario