EL Sevilla fue el primer club que clasificó a laChampions League como campeón de la Europa League.
Existía una gran expectativa para ver al campeón de la segunda competencia de clubes en Europa, medirse a los más grandes del viejo continente para así poder comparar las diferencias que existían entre ambos torneos.
Desde el sorteo parecía que el Sevilla iba a sufrir mucho, pues la suerte de los bombos colocó al conjunto andaluz en el grupo de la muerte junto a Juventus, Manchester City y Borussia Mönchengladbach.
El torneo comenzó de gran manera en el Ramón Sánchez Pizjuán ante el Gladbach, al cual despacharon con una goleada de 3-0. Todo parecía indicar que el campeón europeo del grupo podría dar la sorpresa y dejar fuera a uno entre la Juve y el City.
Pero no pasó más, en adelante todo fue tristeza para los aficionados del Sevilla, que tuvieron que soportar cuatro derrotas consecutivas, mismas que les tienen eliminados de toda posibilidad de clasificación a octavos de final, y muy cerca de quedarse sin torneo europeo el resto de la campaña.
El club perdió a hombres clave como Carlos Bacca y Aleix Vidal, pero se reforzó con hombres de calidad y experiencia como Fernando Llorente y el ucraniano Yevhen Konolpyanka.
La base era prácticamente la misma pero el grupo de la muerte parece haber sido un reto demasiado grande para el cuadro dirigido por Unai Emery, que también comenzó con muchos problemas su paso por La Liga esta campaña.
Por ahora el Sevilla es décimo y resulta comprensible que el objetivo para la segunda mitad de la temporada, sea recuperar puestos para quedar entre los primeros seis clasificados, y así asegurar un boleto a torneos europeos el próximo año.
Los equipos pueden sufrir cambios drásticos de una temporada a otra. El Sevilla logró mantener en gran medida la base que le llevó el pasado verano a coronarse como el equipo con más títulos de la Europa League, y eso generó una gran expectativa sobre su participación en la Champions.
Desafortunadamente parece que el formar parte del grupo de la muerte resultó demasiado pesado para un equipo que no logró cuajar un buen inicio de temporada en términos generales, y ahora se despedirá del torneo de la manera más decorosa posible en casa ante una Juventus que marcha en pleno ascenso.
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